Es un bebé nacido de una madre que sufre de diabetes. La madre tuvo niveles altos de azúcar (glucosa) en la sangre durante todo el embarazo.
HMD
Los niveles de hiperglucemia en las mujeres embarazadas a menudo tienen un efecto en sus bebés. Los bebés nacidos de madres que padecen diabetes generalmente son más grandes que otros bebés y pueden tener órganos grandes. El hígado, las glándulas suprarrenales y el corazón son los que con mayor probabilidad resulten agrandados.
Estos bebés pueden presentar episodios de bajo azúcar en la sangre (hipoglucemia) poco después del nacimiento, debido al aumento de los niveles de insulina en su sangre. La insulina es una sustancia que moviliza el azúcar (glucosa) de la sangre a los tejidos corporales. Será necesario un control estricto de los niveles de azúcar en la sangre del bebé en las primeras 12 a 24 horas de vida.
Hay un incremento de la probabilidad de que las madres con diabetes mal controlada tengan un aborto espontáneo o den a luz un mortinato. El parto puede ser difícil si el bebé es grande. Esto puede aumentar el riesgo de lesiones del plexo braquial y otros traumatismos durante el nacimiento.
Si a la madre se le diagnosticó la diabetes antes del embarazo, el bebé también tiene un mayor riesgo de tener defectos congénitos si la enfermedad no está bien controlada.
El bebé generalmente es grande para su edad gestacional. Otros síntomas pueden abarcar:
Una ecografía realizada a la madre en los últimos meses del embarazo mostrará que el bebé es grande para su edad gestacional.
Se pueden realizar pruebas de la madurez pulmonar en el líquido amniótico si se está considerando la posibilidad del parto más de una semana antes de la fecha prevista para éste.
Después del nacimiento, los exámenes pueden mostrar que el bebé tiene bajo azúcar y calcio en la sangre. Una ecocardiografía puede revelar un corazón anormalmente grande, lo cual puede ocurrir con insuficiencia cardíaca.
A todos los bebés nacidos de madres con diabetes se les debe hacer una evaluación para detectar bajo azúcar en la sangre (hipoglucemia), incluso si no presentan síntomas.
Si un bebé tuvo un episodio de hipoglucemia, se le harán exámenes para verificar sus niveles de azúcar en la sangre durante varios días y se continúa con esto hasta que su nivel permanezca estable con una alimentación normal.
La alimentación temprana puede prevenir la hipoglucemia en los casos leves. La hipoglucemia persistente se trata con azúcar (glucosa) y agua administrados por vía intravenosa.
En raras ocasiones, el bebé puede necesitar soporte respiratorio o medicamentos para tratar otros efectos de la diabetes. Los niveles altos de bilirrubina se tratan con terapia con luz (fototerapia) o, en contadas ocasiones, reemplazando la sangre del bebé con sangre de un donante (exanguinotransfusión).
Un mejor control de la diabetes y la detección temprana de la diabetes gestacional han disminuido el número y la severidad de los problemas en los bebés nacidos de madres diabéticas. En general, los síntomas del bebé desaparecen en unas cuantas semanas. Sin embargo, el problema del agrandamiento del corazón puede tomar varios meses para mejorar.
Si usted está embarazada y recibiendo atención prenatal regular, los exámenes de rutina mostrarán si desarrolla diabetes gestacional.
Si usted está embarazada y padece diabetes difícil de controlar, llame al médico de inmediato.
Si usted está embarazada y no está recibiendo cuidado prenatal, solicite una cita con el médico o llame al Comité Estatal de Salud (State Board of Health ) para recibir instrucciones sobre la manera de obtener atención prenatal brindada por el estado.
Para prevenir complicaciones, la madre requiere tratamiento complementario a lo largo de todo el embarazo. Asimismo, un buen control del nivel de azúcar en la sangre y un diagnóstico oportuno de la diabetes gestacional pueden prevenir muchos de los problemas que pueden ocurrir con esta afección.
Las pruebas de la madurez pulmonar pueden ayudar a prevenir complicaciones respiratorias debido a los pulmones inmaduros si el parto se va a dar más de una semana antes de la fecha prevista.
Un control cuidadoso del bebé durante las primeras horas posteriores al nacimiento puede prevenir complicaciones debido a la hipoglucemia. Además, el seguimiento y tratamiento en los primeros días puede prevenir complicaciones debido a los altos niveles de bilirrubina.